jueves, 26 de enero de 2012

Un 11 de marzo.

                                                              Asahi Shimbun


Después de que Japón fuese destrozado por un terremoto y un tsunami, las calles parecían despeinadas. Todo estaba fuera de su sitio. La gente enterrada por los escombros, los supervivientes buscando a familiares, mascotas y objetos personales, llantos, desesperación... Son unas de las pocas situaciones que vivieron los habitantes del norte de Japón.


En esta impactante foto que vemos, se aprecia a una joven chica herida, pero por suerte con vida, la cual está desesperada con la situación.Mirar a tu alrededor y ver como si un gigante hubiera salido a dar un paseo por allí. Sentada en el borde de lo que queda de carretera, llorando después de haber estado buscando a sus familiares y su mascota entre los escombros durante horas. La soledad, la tristeza y la desesperación que tiene que generar esta situación es indescriptible. 




Este es un trabajo de Lengua de 4º de la ESO.